¿Qué tan preocupados debemos estar?
El Ministerio de Salud, anunció recientemente el fallecimiento del primer chileno a consecuencia de la Viruela del Mono. La pregunta que surge es:
¿Qué tan probable es fallecer a consecuencia de esta enfermedad? ¿Debemos preocuparnos?
La viruela símica es una enfermedad que se contagia por contacto estrecho. Compartir de cerca en un espacio cerrado (el contagio se produce a través de gotitas de saliva) o por contacto directo con lesiones producidas por la enfermedad.
La viruela del mono es una patología endémica del continente africano, donde la letalidad (porcentaje de contagiados que fallece) en brotes previos, era elevada: entre un 3 a 6%.
No obstante, esa letalidad se daba en un contexto de bajo acceso a atención médica y donde pacientes contagiados tenían otras enfermedades sin tratamiento adecuado, que aumentaban sustantivamente su riesgo de fallecer (Ej.: VIH sin tratamiento médico).
En el brote actual, si bien se ha extendido fuera de África, la realidad ha sido muy distinta y la letalidad ha sido sustantivamente menor.
En el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, se han reportado 80.000 casos hasta el dieciocho de noviembre, con sólo cincuenta y dos fallecidos. Es decir, una letalidad cercana al 0.06%.
Estos fallecimientos, se producen en general por sobreinfecciones de heridas producidas por la Viruela, en pacientes con factores de riesgo (Ej: vih sin control médico).
En el caso de Chile, se ha mantenido la tendencia a una baja letalidad. De 1243 casos reportados en todas las regiones del país (excepto Magallanes) hasta la segunda semana de noviembre, sólo 152 se hospitalizaron (ninguno en Unidad de Cuidados Intensivos). Se reportó sólo un fallecido.
Por otra parte, si bien la letalidad es baja, se trata de una enfermedad prevenible y que genera una carga al sistema hospitalario que resulta evitable, agregando una nueva dificultad a la puesta al día con listas de espera generadas por la pandemia covid19.
En ese sentido, es clave reforzar la educación para reconocer los síntomas (Ej: fiebre, dolores musculares y de garganta) a los que usualmente sigue la aparición de vesículas en la piel (similares a las que vemos en la varicela) pero que evolucionan a pseudo-pústulas, lesiones que parecen estar llenas de pus y suelen ser dolorosas.
Finalmente, es clave dar a conocer que existe una vacuna, disponible en Chile para los contactos de enfermos con Viruela Símica que presentan factores de riesgo para enfermedad grave (Ej.: vih, embarazo). Un paso importante, sería que vacunación se ampliara a todos los contactos estrechos de un paciente enfermo, independiente de sus factores de riesgo.
La viruela símica, en este brote, ha sido una enfermedad de baja letalidad. No debemos alarmarnos excesivamente, pero tampoco hay que minimizar el problema.
Es clave reforzar educación y vacunación a contactos, para evitar que enfermedad se vuelva también endémica en Chile, y tengamos en el futuro, que lamentar otras muertes que pudieron haberse evitado.
Primer Fallecido Viruela Mono
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