Señor Director:

El ministro Jaime Mañalich acaba de rechazar el ofrecimiento de la ACHS institución sin fines de lucro de aten­der 30 mil intervenciones quirúrgicas traumatológicas al año, que no tienen GES, al mismo costo que le significa al Estado en los hospitales. Lamentamos profundamente la decisión.

Las cirugías traumatológicas poseen listas de espera de tres años en promedio, con algunos pacientes que incluso aguar­dan cinco para resolver su problema. Esta dilatación genera una invalidez innecesa­ria, que se refleja en el tiempo de vida que pierden las personas por una determinada discapacidad. Si bien el ministro piensa que nuestro sistema de salud es ‘el mejor del mundo”, la realidad es otra. Por ejem­plo, somos el segundo país de la OCDE donde se colocan menos prótesis de rodi­llas y caderas (procedimientos que cum­plen con las características de las inter­venciones antes descritas).

Creemos firmemente en la necesidad de fortalecer el sistema de salud. Debe traba­jarse en una agenda que fortalezca la asistencia pública, en la que el Gobierno priorice a los pacientes y la resolución oportuna —y de calidad— de sus proble­mas. Precisamente, este convenio era una oportunidad para eso.

Es fundamental dejar atrás aquella ideología obsoleta que se centra exclusivamente en un orden de precedencia el sector estatal en primer orden, y a todo evento, y el privado en último. Esto nos ha llevado a dejar de lado el que debiese ser el foco principal: el paciente y su enfermedad. Confiemos, entonces, en que el ministro recapacite y que el rechazo a esta oferta no sea un mal presagio para el debate que se viene respecto de la refor­ma en salud.

SEBASTIAN IZQUIERDO R.

JUAN CARLOS SAID R.

Esta carta al director fue publicada en el diario El Mercurio el día lunes 2 de marzo de 2020.